por Néstor Elias
Tantas veces te mataron,
tantas veces te moriste,
sin embargo estás aquí
resucitando…
tantas veces te moriste,
sin embargo estás aquí
resucitando…
Hubo un nuevo asesinato en el seno del pueblo Q’om. Se trata del niño Imer Ilbercio Flores, de tan
solo 12 años. El crimen fue cometido en el marco de un festival realizado en el
Impenetrable chaqueño a cien metros del
camping municipal de Villa Río Bermejito, una ciudad ubicada a 340 kilómetros
de Resistencia, la capital chaqueña. El cadáver fue hallado a pocos metros de
la playa del camping municipal. El tío del chico, dijo que a su sobrino lo
golpearon “con un garrote”, “que estaba con la cara totalmente desfigurada”
y que sólo lograron reconocerlo gracias a un tatuaje que simboliza
a la Nación Q’om.
Edilberto Pérez, referente de la comunidad originaria en la
zona, me comentó vía telefónica que el niño fue apartado por un hombre criollo,
del grupo de amigos con el que había concurrido el viernes al festival y el
mismo lo habría insultado con el típico mote de “indio de mierda”. Según testigos que le contaron al referente de
la Comunidad, el niño “fue llevado a otro lado” por este
hombre y otros cuatro que lo acompañaban, integrantes de una familia de
apellido Franco. “El testigo vio que le
pegaron garrotazos en todo el cuerpo en especial en la cabeza y la cara
mientras lo seguían insultando”, manifestó Pérez. Sin embargo, el secretario de Seguridad
chaqueño afirmó en ronda de prensa que “todo
indica que el hombre detenido sería el único partícipe” del asesinato. El Gobernador Capitanich, lamentó el hecho y anunció que recibirá a la familia de la
víctima, aunque se lo vió más preocupado en deslindar responsabilidades políticas y reaccionar rápidamente a través de
las redes sociales.
Hasta acá, la crónica de otra muerte anunciada.
Lo venimos diciendo desde
hace más de una década. Lo venimos publicando como podemos y lo venimos
exponiendo en cada charla pública, conferencia o disertación académica. Lo
venimos gritando junto a otros que lograron vivenciar semejante atropello. Los
Q’om son los invisibles de este tiempo, presos de políticas clientelares que
los someten a la pobreza, la marginalidad y la desculturización. El Estado Nacional,
los Estados Provinciales y las delegaciones municipales no respetan ni hacen
respetar sus derechos humanos elementales. Los pobladores de las regiones donde
se encuentran las tierras q’om a menudo forman parte de la rapiña que espera
quedarse con alguna migaja de indignidad por el apropio que llevan adelante los
poderosos del lugar y los arribistas de siempre. La discriminación feroz, el des-trato, el
mal-trato y la degradación son moneda corriente en la zona del impenetrable chaqueño. Ni que hablar del accionar de los efectivos de
la policía provincial.
La falta de políticas inclusivas, con respeto por su cultura
son el caldo de cultivo donde se fomentan
exponencialmente este tipo de
episodios que aunque puedan tener luego un desenlace de índole policial, nunca
dejan de ser, por todo lo enunciado, una muerte social.
El paradigma de semejante invisibilización parece tener como base aquella vieja frase que decía “donde existe una necesidad, existe un
derecho”, queremos decir con esto que “si
no existe (por invisibilización) dicha necesidad, no es necesario reconocer
ningún derecho correspondiente”.
En estos días fue un niño de 12 años la víctima fatal, pero
todos los días hay víctimas de la falta de derechos en la región y si no
hacemos algo al respecto se seguirán transformando en víctimas fatales. No podemos permitir que se sigan enumerando muertos para
que la cultura Q’om sea
reconocida como tal con sus derechos humanos elementales restituídos en plenitud.
Aunque algo escéptico por la experiencia acumulada, espero
de verdad que la muerte de Imer Ibercio Flores y la de todos sus hermanos caídos en la lucha de modo directo ó indirecto,
sean un antes y un después en el rumbo de los Q’om y de todos los argentinos.
Entretanto la tarea de todos será seguir
difundiendo este estado de injusticia en el cual tienen encerrado al Pueblo Q’om.
Un poco de historia, un todo de marginación, y un dolor de años
Un poco de historia, un todo de marginación, y un dolor de años
Lo inmediato
trasciende, y se analiza el presente sin tener en cuenta el pasado. Nadie habla
como desde mediados de años venimos diciendo que quien nos niega el Agua, y el
derecho a condiciones básicas de vida por falta de presupuesto despilfarra una
suma enorme de dinero en un festival.
Y en medio del
dolor, de tomar agua de charcos, camino y veo sombrillas enormes cubriendo del
sol a quienes, sentados en una playa al mejor estilo punta del Este, viven su
presente sin mirar hacia su alrededor.
Amenazamos con
evitar que ese festival se haga porque para nosotros era una incitación a la
violencia. Traer artistas que están a enormes cantidad de distancia, cuando a
20 kilómetros hay gente muriendo de chagas, y sin acceso al agua.
Ya a horas
tempranas del día jueves, en el paraje el Colchon, los insultos corrían por
parte de la familia franco hacia nosotros, los distintos, los oscuros.
Los mismos insultos
que escuchamos cada vez que cortamos la ruta en reclamo de necesidades básicas.
En los últimos años en Bermejito la propia gente blanca nos hace contra
piquetes para que no cortemos la ruta en reclamo de techo, agua, trabajo, salud
y educación.
Así se vive en
Bermejito, y lo que sucedió no es una fatalidad, sino el desencadenante de toda
una serie de hechos que se vienen sucediendo en nuestra localidad.
Nosotros como Qompi,
no tenemos policía, no tenemos jueces, no tenemos abogados, no tenemos nada. Y
hace tiempo estamos reclamando que integración no son bolsines ni planes
sociales, sino instancias claras de participación en la construcción de una
sociedad.
Luego de saberse la muerte de Imber, los
festejos igualmente continuaron, después se nos acusa de ser nosotros los
salvajes….
Desde Impenetrable Chaco.
Lenguaraz del
consejo de Qarashe del Impenetrable Chaco, Comunidad Qompi Naqona’a, Bermejito.
gracias elias por acompaniar siempre a los hermanos. Jacinto Díaz
ResponderEliminarBermegito