Este libro nos lleva de la mano en un viaje increíble. Al país de las selvas y los ríos, habitadas por seres humanos con el hermoso color de la tierra. A visitar al pueblo Q´om, los tobas, como lo llamamos los hijos de los conquistadores. Sí, Chaco, Formosa y algo más. Su historia, sus creencias, su cultura, sus sueños. Y algo que nos traslada al escenario tan prodigioso como fantástico: los sabios diálogos del autor con pobladores, campesinos, maestras, ancianos, sabios y sabias de la medicina natural, lo que nos transporta a otro mundo, que no supimos nunca apreciar. El valor de la palabra para resolver las desaveniencias. Entre ellos no hay ni asesinatos ni violaciones. No se golpea a los niños. La Madre Tierra y el Padre Sol. Magia y leyendas, susperstición, la cosmovisión de seres de la naturaleza. Contra eso, la ambición terrateniente, las bestiales represiones. Napalpí, un nombre que lo dice todo. Aquí podemos entrar al Impenetrable.Y así llegaremos a saber la verdad, la actual realidad.
Los pies en el barro, es un gran trabajo periodístico y humano.
Leer este libro es conocer más a la Argentina y a los argentinos.
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